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sábado, 22 de octubre de 2011

S. capitulo 6: la vida real.




El hospital olía a guantes de latex y a suero. Aaron, mal herido, yacía dormido sore una camilla, bajo mi atenta y cautelosa mirada.

Dormido, con la respiracion tan pausada, tan quieto y con una expresión tan relajada parecía tan vulnerable y tan delicado. Parecia algo inalcanzable, con su forma de mirar y su cautelosa eleccion de palabras.

Me levante y fui hacía el baño. Me lave la cara con agua fría, apartando mi pelo liso que había quedado aderido a mi cara. Debía de estar soñando.

Esto no podía ser la vida real, ni por asomo. En la vida pasan cosas fascinantes sin explicacion alguna, pero lo que me estaba pasando era algo que solo había podido rozar gracias a la lectura de novelas.

No podía ser posible soñar con alguién y un par de semanas despues encontrartelo con ese andar descuidado que le daba un aire encantador.

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Nota de la autora: siento esta interrupción. Justo hoy estaba andando por la calle, con mi padre, y en la acera de en frente, un chico clavado al que soñe, era tan irreal. El cruzaba la calle, con una sudadera remangada y unos vaqueros. Hemos girado la cabeza al mismo tiempo y he notado un pichazo en el estomago. Yo he girado de nuevo la cabeza y el en cambio no, se quedo mirando hasta que el campo de vision se lo permitio, ojala me lo vuelva a encontrar, ha sido tan impresionante..... Bien, volvamos a la historia mis queridisimos lectores.
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Mire mi reflejo en el espejo de aquel baño del hospital. Examine minucioasemente mi aspecto.

Mi pelo liso, mis ojos castaños, mis pies, en mi opinion pequeños, mis labios carnosos, mis pomulos... Millones de imperfecciones en aquella cara adolescente, y aun asi, ¿porque yo? Solo tenía 14 años y me quedaban algunos meses para los 14, era bajita, aunque me quedaba aun por crecer,y la cara era demasiado redonda, aun asi, era yo, y no podía creerlo.

Una sombra apareció en el fondo del espejo, justo detras de mi. Cuando me gire, sobresaltada, encontre a un chico de pelo largo por los hombros y rizado por las puntas castaño y ojos azules oscuros. No era Aaron, de eso estaba segura.

Aaron apareció repentinamente a su lado y se lando a su cuello. Emití una exclamación ahogada y fui corriendo hacía ellos.

- ¿Quien te ha mandado? -pregunto Aaron, agresivamente.

- Nadie, estoy de vuestro lado, solo pretendo ayudaros. -dijo el otro chico, respirando con dificultad.- mi nombre es Percy.

Percy me miró de reojo, mirada que yo le devolví, con curiosidad. Aaron se levanto y se puso frente a mi, aun algo dolorido, en un amago de protegerme.

- Deverias descansar. -dije en un susurro.

- No es necesario. -contesto Aaron, sin girarse.

- Deverias hacer caso a la chica...

- Patricia. -corregí yo- Aaron, venga. -le tendi mi brazo para apoyarse y fuimos a la habitacion.

Aaron se tendio en la cama, con un gesto de dolor. Acerque mi cara hacia l, con gesto de preocupacion.

- No deverias preocuparte por mi, deverias preocuparte por ti misma. -dijo el tomendome por la barbilla y atrayendo su rodtro hacia el mio.

Apretó sus labios contra los mios, mientras percy miraba desde la puerta.

martes, 11 de octubre de 2011

S. capitulo 5: moradores en tus peores pesadillas.




A la salida de la panadería, el estaba apoyado sobre la fachada, con una bolsa en la mano y expresión preocupada e impasible, de tal forma que solo alguien que le hubiera visto repetidas veces podía saber lo que podía pasrsele por la mente.

Me acerqué a él, presurosa. Al verme, me agarró por la muñeca y me llevo a la parte posterior del edificio. En ese momento mi cuerpo estaba paralizado.

- Estas en mayor peligro que antes. No debes estar con migo. -dijo sin soltarme.

- No quiero. -dije en un tono calmado.- Quiero estar cerca tuyo, eso es lo unico que me importa en este momento.

Aaron me abrazó fuertemente, estaba realmente preocupado, y eso me hacía tener mas miedo. No me estaba mintiendo, corría peligro.

- No quiero separarme de ti. -dijo él- Pero es lo mejor, para ambos.

- No. -respondí yo.- puede ser lo mejor para ti, pero no para mi. -respondí yo- Tengo miedo... -susurre.

Aaron me estrecho de nuevo entre sus brazos, consolandome. Tenía la sensación de no saber nada sobre aquel chico, y encambio creer saberlo todo.

- No sabes nada de mi. -ahi estaba la frase que me confirmaba mis pensamientos.- Deverias tenerme mas miedo del que ya tienes.

- No te temo a ti. -dije yo.- Tengo miedo a quienes me quieran matar. ¿Puedes explicarme que esta pasando?

- Ilusa. -dijo el en voz baja- ¿no comprendes que, cuanto menos sepas, va a ser mejor para ti?

- No saber lo que pasa en mi vida no me agrada demasiado. Y si tu estas en mi vida quiero saber las condiciones que trae eso. -le contradeci enfadada.

Intento acercarse mas a mi, dado que yo me había separado de él, pero yo me di la vuelta.

- Creeme, esta sensacion de incertidumbre es peor que que alguien te busque para acabar con tu vida, ya que algun dia va a acabar de todas formas.

- Pero tu no tienes que morir. -me cogio por la muñeca- Ellos no lo entienden. Si tu te vas, mi mundo caeria en picado. Yo no volveria a ser el mismo. ¿Es que no comprendes que no puedo vivir sin ti?

Mi corazon latió con fuerza. Estaba segura de que me estaba mintiendo. Apenas le conocia, y aunque estuviera enamorada de el, no me podía creer lo que acababa de oir. Aun así, el seguía allí, agarrandome por la muñeca.

- No Aaron, no lo comprendo, no te entiendo. -dije yo- Si no me explicas las cosas no puedo entenser las cosas.

- Entonces tardaras en comprenderme demasiado. -dijo el, aflojando la fuerza que ejercia sobre mi muñeca- Aun asi, te necesito. -dicho esto se fue andando por la calle que se encontraba frente a mi.

___*___

- Puedes tener a todas las que quieras, ¿por qué ella? -dijo la voz cantarina.

De las sombras salío un hombre de unos cuarenta años, de pelo canoso no devido precisamente a su edad. Tenia los ojos con ojeras y bolsas. Con un gesto de aburrimiento y agarrando su tunica para no tropezar, abanzo hacia Aaron. Le tomo del pescuezo, obligandole a levantar la cara hacía él.

- ¡Mirame! -grito con una voz chillona e irritante- ¿Por qué ella? Has disfrutado de muchas antes, has tenido muchos caprichos, pero nunca los has confundido con tu deber.

- Esto es diferente. -dijo el en voz apenas audible.

- ¡Hablá alto muchacho, todos queremos oir tus motivos! -grito aquel hombre, con un gritó que recordaba a las Banshee.

- Esto es diferente. -dijo con voz clara y calmada.- No me das miedo. -dijo escupiendo a sus pies con arrogancia.

- Sabes que esto lo pagaras caro. -dijo el hombre, calmandose.

- Me da igual el precio, no lo pagare. -dijo Aaron- Ni siquiera tu, un morador de pesadillas vas a poder hacerme cambiar de idea.

El hombre solto la cara de Aaron con tal fuerza que este perdió el equilibrio, cayendo al suelo. Le sangraba la mandibula por culpa de las uñas de aquel hombre, y el golpe no podía ser nada bueno.

Emitio un quejido de dolor y se levanto, apoyandose en el suelo con ambas manos. Volvio a escupir, esta vez sangre, y miró con odio a aquel hombre.

- Sleiszis, -dijo Aaron desde el suelo, siseando.- No me das ningun miedo.

Dicho esto Aaron desapareció de allí y apareció justo a los pies de Patricia, que se encontraba sentada en un banco del parque, que al ver la gravedad se las heridas emitió una excvlamación ahogada.

lunes, 10 de octubre de 2011

S. capitulo 4: Dolor

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Lo unico que sentía era sus labios junto a los mios y como su lengua jugeteaba en mi boca. Aquel sería un momento que nunca olvidaria, estaba muy apegada a él, le queria aun sin conocerle, y no era capaz de pensar que me fuera a hacer ningun daño.

Aun así, esas palabras que había dicho antes me desconcertaban. Alguien me queria matar, y el estaba encaprichado de mi, no lo entendía.

De repente un dolor parecido al que senti cuando cai desmayada horas antes recorrió mi espalda de nuevo.

Aaron se agarró a mi para no caer, estaba claro que ambos sentiamos el mismo dolor, pero el mas intenso.

La molestia de mi espalda se volvio mas intensa, y caí al suelo, veia todo borroso. El callo justo junto a mi, pero tuvo fuerzas para avanzar hacia mi arrastras y agarrarme en ademan protector.

Estaba claro que aquellos ellos d elos que no sabia nada nos habian visto a Aaron y a mi y querian matarme. Pero mestaba claro que Aaron no pensaba permitirlo, por oponerse o por que realmente queria que me dejaran en paz.

Cerre los ojos, dejando fluir aquel dolor que me mataba por dentro pero a la vez me hacia sentir viva, pero Aaron me llamaba para que los abriera.

- No cedas al dolor, o ellos te mataran.

Pero yo ya no le oia, estaba cayendo en un sueño profundo. Aaron beso mi frente, con expresion dolorida, y note como mi sueño iba desapareciando poco a poco. Cuando abrí los ojos, Aaron no estaba allí.

                                                        _____*_____

Aaron apareció en la misma sala oscura de la otra vez, con rostro serio y enfadado. Los gritos de decepcion y castigo venian de ambas esquinas de la sala.

- No merece morir. -interrumpió el griterio Aaron.

- No deves de confundir los caprichos con el deber. -dijo una de las voces.

- Si nos ayudas a tenerla podras hacer con ella lo que quieras antes de acabar con ella. -dijo otra de las voces, mas cantarina y suave.

- Eso no es lo que me interesa de ella. -respondió Aaron cambiando su gesto.- Y esta claro que vosotros no entendeis nada.

Aaron se teletransportó a los baños del colegio y de los baños fue a la mesa del comedor, donde le recibieron acogedoramente.
___*___

Fui a la mesa con Belén, que me recibió con gesto preocupado.

- Has tardado mucho. -dijo Belén.-Seguro que se te ha enfriado la comida.

- Tranquila, supongo que no puede estar tan mala fría.

- Aum así date prisa, dentro de nada cierran el comesro. -me apremió Belén.

Dirigí una disimulada mirada hacia la mesa en la que se encontraba Aaron, esta vez solo. Mi mirada fue captada por Aaron, y la mantuvo unos segundos hasta que la aparté para centrarme en la comida.

A la salida del colegio, Belén se fue directa a csa y yo me detuve para comprar algunas cosas en la panaderia. El cumpleaños de Belén se acercaba y yo quería comprar una trata.

Cuando entre en la panadería, Aaron estaba allí, comprando una barra de pan. Cuando se giró y me vio, me dedico una pequeña sonrisa y antes de salir me hizo un gesto, que yo interprete como que me esperaba fuera.

Volvia a tener miedo, pero no tenia miedo de el.

domingo, 9 de octubre de 2011

S. Capitulo 3: tras mis ojos



Tras mis ojos todo parecia en calma y frente a ellos alguien decia mi nombre mientras me zarandeaba para que me levantara con un tono preocupado.

Abrí los ojos poco a poco, enfocando bien mi visión. Belén estaba frente a mi, y al ver que abría los ojos suspiró aliviada.

Me levante con ayuda de su mano, y me abrazó furtemente, sin hacer caso de mis quegidos causa de la fuerza del abrazo.

- Has caído desmallada, me has dado un susto de muerte. -dijo soltándome.- ¿Por qué has salido corriendo?

- Yo... No lo se. -respondí.

- Bueno, lo importante es que te encuentras bien y te acuerdas de todo no. ¿Como me llamo? -pregunto.

- Belén, dejalo. -dije riendo.

Seguimos un trayecto tranquilo y sin percances hasta el instituto en el que Belén me pregunto repetidas veces si conocía al nuevo del instituto de antes y pregunta a la que como toda respuesta obtenía un no.

Al haberle tenido tan cerca en la realidad había comprobado la raya perfectamente pintada en sus párpado y su corte de pelo que había obserbado con mayor atención. Estaba claro que era un imperturbable y no influenciable emo.

A la entrada del instituto, apoyado contra un muro se encontraba él, con expresión indiferente.

Al pasar frente a el note como me seguía con la mirada, y un ardor recorrió mi nuca. Ese chico no podía ser normal.Y yo no podía olvidarle.

Aceleré el paso hacía uno de los grupos que estaban hablando. Nada mas entrar él la gente le volvió a rodear, dado que no estaban aconstumbrados a la presencia de alguien como el.

Tenía miedo.

Cerca de el tenía miedo lejos de el estaba vacía y solo obserbandole me sentía relajada. Belén me llamó la atención al ver lo distraida que estaba.

- Hay que entrar ya a las clases, date prisa o llegaremos tarde.

La profesora llegó unos segundos después que nosotras, que ya habíamos tomado asiento y sacado los libros de las correspondientes asignaturas.

- Hoy haremos un pequeño experimento para que os relacionéis con gente de otros cursos. -anunció la profesora- Y os ha tocado compartir clase con los alumnos de cuarto.

Mi corazón empezó a palpitar mas y mas fuerte. Mi respiración estaba entrecortada y mis ojos permanecían entornados.

La clase de cuarto comenzó a entrar y a tomar sitio. Él también estaba allí, con la vista fija en su reloj y una mano sobre el cuello.

- Jason. -dijo la profesora dirigiéndose a un completo desconocido.- sientate en el hueco libre de la esquina. Aaron, sientate detrás de Patricia.

Así que se llamaba Aaron, aquel chico que se encontraba en todos sus pensamientos se llamaba Aaron.

- Bien, comencemos la clase. -dijo la profesora.

No pude concentrarme en toda la hora. Notaba su mirada clavada en mi nuca, y yo me obligaba a mi misma a  mirar hacia delante.

A la hora de la comida me senté en una mesa con Belén. Aaron se sentó unas mesas mas allá, rodeado de chicas y chicos, mas chicas que chicos. Aparte la vista de el y la clave en mi plato de espaguetis humeante.

No tenía ninguna hambre, pero no quería preocupar a nadie por ello.

- Cuentame como era ese sueño que querías interpretar. -inició Belén la conversación
- Era todo muy confuso, de color negro. La figura de alguien en la oscuridad me advertía de algo.

Belén sacó su libro de interpretación de sueños y ojeó lo que ponía en el libro con interés buscando una respuesta lógica.

- Según esto dentro de poco verás a alguien y pasará algo que no esperabas. -me explicó- Pero aun no se si este libro dice la verdad, me gustaría creer que si. Aun que basandonos en las posivilidades...

Desconecte de lo que me estuviera contando Belén. Al poco rato le dije a Belén que tenía que ir al baño y cesó su discurso de probabilidades.

Al pasar juto a la mesa de Aaron para ir al baño le escuche decir al resto:

- Ahora vuelvo.

Y se levantó siguiendome.

Subí un par de escaleras y me emtí en un aula que siempre estaba bacia. Me dejé caer sobre una silla y enterre mi rostro entre mis brazos, cerrando los ojos.

Note una mano a mi espalda, que no me hizo sentir demasiado mejor.

Volvía a tener miedo, me había seguido hasta allí.

Levante la cabeza un poco y le vi allí, depie, con la misma sudadera nbegra y los mismos baqueros con cinturon de la otra vez.

- Creí aberte dicho que te olvidaras de mi. -dijo en tono severo.

- No. -susurre yo.

Me agarró y me levantó de la silla.

- Esto esta mal. -dijo el acercandose mas y mas a mi.- Me castigaran por ello, ¿sabes? y sentiras el mismo dolor que yo ¿eres consciente de ello?

Negué con la cabeza. Me perdí en la vision de sus hermosos ojos castaños y de su liso pelo castaño claro.

Me soltó, sin seprararse un centimetro y me besó suavemente, beso al que respondí. Después de eso, me miro con cara de lastima.

- Ellos quieren matarte. Yo no. -me dijo, aunque yo no comprendia nada.- Ellos saben que me he encaprichado de ti, y quieren que te mate, pero, no puedo. -dijo besandome de nuevo.

sábado, 8 de octubre de 2011

S. Capitulo 2: Él.

Aquella noche no soñe nada que mereciese la pena recordar. Por la mañana Belen me desperto zarandeandome a un lado y a otro.

- Pati, venga despierta, hay que bajar a desayunar, y tienes el baño libre para ducharte y asearte. -me dijo.

Abrí un poco los ojos, desanimada, y el zarandeo cesó.

- Te espero en la cocina. -me dijo.

Abrí la puerta del baño y me fui directa al lababo. Abrí el grifo de agua fría y me empape la cara. Despues me meti en la ducha y cerre los ojos bajo el agua que caía sobre mi cuerpo.

Todo tras mis parpados era negro, pero me pareció ver unos ojos claros en las sombras. Luego pude distinguir la silueta de una nariz y un reproche marcado en la forma de sus labios. No había duda, era aquel chico con el que había soñado.

- Deverías tener miedo. -escuche una voz en mi cabeza.

Acto seguido desaparecio y todo tras mis ojos volvió a ser sombra. Los abri, y algunas gotas de agua cayeron sobre ellos. Rápidamente cogi una toalla y me sequé la cara, después de haber cortado el agua. Me puse un jersey negro, unos vaqueros y unas botas negras y baje a la cocina, donde vino a saludarme alegremente Weety.

Me senté junto a Belén, que tenía un bollo de chocloate entre las manos y una taza de chocolate humeante.

La madre de Belén me sirvión una a mi que recibía agradecida, Sin borrar de mi mente aquella imagen que acababa de ver en la ducha. Sus palabras volvian a resonar en mi cabeza "olvidate de mi".

Pero yo definitivamente no queria olvidarme de aquel espejismo producto del sueño. No quería olvidarle, y no pensaba hacerle ningun caso.

- Belén, ¿puedo interpretar un sueño que he tenido hoy con el libro? -pregunté.

- Claro que si. Me encanta interpretar sueños, debería sacar mi propio libro. -dijo sonriente.

Mire por el ventanal que había en la cocina. Los árboles se agitaban fuertemente y las calles etsban humedas devido a la fuerte lluvía que había recivido el pueblo aquella agitada noche de otoño.

- Parecé que va a hacer frío. -dije sonriendo para que Belén no empezara a pensar que estaba enferma.

- Si, hoy no podremos estra en el jardín. -dijo suspirando mientras uno de sus gatos se acercaba a ella en busca de calor.

- Aun asi, me guystaria salir un rato al jardín. -dije yo.- ¿Me acompañas?

- Hace mucho frío, pero si quieres salir, preferiría no tener que salir yo. -me dijo esvozando una pequeña sonrisa.

Asenti y salí al jardín, seguida por uno de los gatos, que al notar el frío se pegó a ami pierna.

Cogí al gato y le mecí en mis brazos, apollandolo sobre mi pecho y transmitiendole todo el calor uq epodía proporcionarle.

A pesar del sepulcral silencio del enorme jardín, sentía que no estaba sola. Sentía unos ojos clavados en mi nuca obserbando cada uno de mis movimientos.

El lunes no tardó en llegar de nuevo, con su frío otoñal. Belén y yo salimos de la casa y nos encaminamos a la escuela, mientras manteniamos una calurosa conversación. Delante nuestro andaba un muchacho con una sudadera negra y la capucha de la misma echada sobre la cabeza, con las manos metidas en los bolsillos de sus rasgados vaqueros negros.

- Es el nuevo de cuarto. -me susurró Belén- Rara vez suele estar solo.

Al oír aquello el chico se giró para obserbar quien había dicho aquello.

Contube el aliento, frenando en seco. Belén se quedóm mirandome, extrañada, y yo salí corriendo en dirección contraria. Para mi sorpresa el salio corriendo en pos de mi.

Frene junto a un árbol, y me deje caer sobre las hojas secas del suelo. Era imposible, pero el era la prueba viva de aquella fantasía.

- Te dije que te olvidaras de mi. -dijo una aterciopelada voz a mi espalda.

No me giré, pero el se puso frente a mi y me tendió una mano para que me levantara. Tenía los mismos ojos, el mismo pelo, la misma figura, todo.

Se acercó mucho a mi.

- Olvidame. -me susurró al oido.

Después de decir aquello me dejo sola. Minutos mas tardes llegó Belén.

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Era un cuarto oscuro iluminado unicamente por una bombilla que colgaba del techo, y cuya luz parpadeaba.

- Deviamos matarla, y ahora tu te has encaprichado de ella. -dijo una voz desde la esquina de la habitación.

En el centro de la misma se encontraba él, cabizbajo, aun con la capucha sobre la cabeza, y los ojos fijos en el suelo, con expresión severa.

- No esperabamos esto de ti, nos has decepcionado. -dijo otra voz- Mereces ser castigado por ello.

Un joves de unos veinte años se acerco a el y le poso una mano en el hombro y acto seguido el muchacho aun encapuchado comenzó a gritar, cayendo derrivado al suelo, aun vivo.

- Con esto sera suficiente. -dijo una de las voces. Retiraros.

Despues de esto todos abandonaron la sala dejandole tendido en el suelo, con los ojos cerrados y una expresión de dolor.
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Una dolorosa descarga recorrió mi cuerpo desde la nuca hasta el vientre, haciendome caer sobre las mullidas hojas secas. Me dolía el cuerpo en tero. El mundo se torno borroso ante mis ojos, y lo unico que surgio de mi garganta fue una exclamacon ahogada precedida de un grito.



S. Capitulo 1: un sueño que cambia una vida

                                    


Avsio de la autora: Antes de nada deciros que esto es una historia nueva, que ire alternando con las demas, y esta basado en un sueño que he tenido esta misma noche, en el que no puedo dejar de pensar. La protagonista sere yo, ya que en el sueño lo veia yo como en tercera persona y era a mi a la que le pasaba lo que contare en el prologo. Gracias y espero que os guste e intentare diferenciarlas a demas de lo de S. que es sueños por el color y tipo de letra.
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Prólogo

Todo era muy confuso, yo buscaba a alguien en una enorme tienda que parecía no tener ni principio ni fin. Llegado a un punto en el que iba a rendirme y abandonar mi objetivo de buscar lo que quisiera que estuviera buscando, fue él el que me encontro a mi.

Se acerco, poco a poco. Un muchacho de unos dieciseis años, apuesto,de cabello castaño claro y con un corte de pelo precioso (ayuda: el pelo a lo was)

Salí corriendo de aquel extraño lugar sin dejar de pensar en aquel chico. De fondo pordía oir como alguien toaba una cancion a piano que incitaba a caer en un profundo sueño sin fin.

Agotada, me apolle junto a un poste, con la cabeza girada hacia un lado.

Y apareció el.

- Después de esto olviate de mi. -me dijo acercandose.

Yo, que mantenía la cabeza girada y con la vista fija en otro sitio, asienti imperceptiblemente. Me tomo de la barbilla, girandome la cabeza suavemente y se fundió con migo en un beso, aprovechando el poco tiempo que parecia quedarle.

Capitulo I

Me desperte sobresaltada por el despertador, que tenía la alarma encendida por error, dado que era sabado. las siete menos cuarto de la mañana.

El recuerdo de aquel chico con el que acababa de soñar salto a mi mente repentinamente, y deje dibagar a mis sub consciente, durmiendome de nuevo, pero sin volver a soñar desafortunadamente con él.

A las diez me volví a despertar, ya sin ningun sueño, y sin borrar su imagen y su aterciopelada voz de la mente.

"Olvidame" retumbaba en mi mente, y aun que quisiera no podía. Deseaba ver aquellos castaños ojos una vez mas. Solo una.

Aquellas dos noches siguientes no volvi a soñar con el. El lunes llego, con el frí del primer mes de otoño. Las ojas comenzaban ya a caer de los árboles, tiñendo el suelo de un color anaranjado, con una alfombra de hojas secas que crujian bajo mis botas.

Nada mas entrar en el patio del instituto me sentí extraña sin ningun motivo aparente. Avancé hasta donde se fromaban los grupos de gente que aprovechaban aquellos momentos para hablar antes de entarr en las aulas.

Mi cabello castaño oscuro ondeaba con el aire que se había formado, encrespandose y desordenandose y mis ojos oscuros lucían cansados.

- Hey Patricia, acercate. -me gritó Belen, mi mejor amiga, desde uno de los corros de gente.

Mientras me acercaba noté que había un corro entorno a alguien del colegio. Habría pasado algo desagradable, una caida, y la gente, atraida por la curiosidad, estaria llendo a mirar.

- Hola. -salude al situarme a su lado- ¿Qué pasa allí?
- Ha venido un chico nuevo a cuarto de la ESO pero eso no es de lo que queria hablarte Pati. -contestó ella, cuyo cabello rubio corto ondeaba en el aire como el mio.

Belen era una chica de mi edad, mas alta que cualquiera de las del curso, con unos ojos verdes azulados y el pelo rubio. La consideraban el cerebrito de la clase y al igual que yo pasaba de los comentarios de los demas sobre ella.

Era sin duda una de las personas mas amables y majas que jamas había conocido, que siempre te aportaba su mano para ayudarte.

- Me he comprado un libro de interpretación de sueños. -dijo alegremente- Lo vi en el estante de la tienda y me dije, seguro que me viene bien. ¿Has tenido algun sueño raro ultimamente?
- Si. -conteste acordandome de el- pero mejor te lo cuento el viernes. -dije, daod que habíamos quedado en su casa, en la que me iba a quedar a dormir el fin de semana, ya que mis padres tenian que salir en un viaje de trabajo.

El viernes no trado en llegar, y no había llegado a ver al chico nuevo. Belen estaba deseando que le contara el sueño, en cambio yo no dejaba de pensar en aquel chico que me había besado en sueños, y que había sentido como si hubiera sido real.

Al llegar a su casa vinoa a saludarnos su labrador Weety y sus gatos Micho y Pepa (si, el nombre es extraño, pero los gatitos esos existen en la realidad) La casa de belen era enorme y contaba con un solarium y un gran jardin con piscina, ya tapada por una lona azul. Cogi a uno de los gatos y me sente en el sofa, con este sobre el regazo, que ronroneaba devido a las caricias que le hacía.

Belen saco su libro de interpretacion de sueños y fue interpretando segun le iba contando, no muy detalladamente como había sido.

El libro hablaba de que algo muy gordo que me venia grande se me venia encima, y no me podia imaginar cuanta razon tenía.